- AOVE y salud
- 1 likes
- 8543 views
Esta vez la polémica ha salpicado a Andalucía, donde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha recomendado a los consumidores no comprar ni ingerir algunas marcas de aceite de oliva virgen extra adulterado.
El SEPRONA y la propia Junta de Andalucía han estado realizando una investigación centrada en detectar posibles fraudes en el etiquetado del aceite de oliva virgen extra o en su denominación de origen, dado el alto precio del aceite de oliva y las previsiones de la cosecha de la aceituna 2023.
De esta investigación han descubierto que existen un total de 12 conocidas marcas de aceite de oliva virgen extra que han estado embotellando aceite de oliva adulterado, incumpliendo así la normativa vigente.
Estos aceite se habrían estado comercializando de forma fraudulenta, porque se han estado embotellando sin contar con la denominación de origen, al mismo tiempo que se vendían con un etiquetado que aseguraba todo lo contrario.
Marcas de aceite de oliva adulterado
Las 12 marcas de aceite de oliva y sus aceites de oliva señalados por la Junta de Andalucía por comercializar con aceite de oliva adulterado han sido los siguientes:
- Carrero, aceite de oliva de virgen extra.
- Carro, aceite de oliva virgen extra.
- Esential, aceite de oliva suave.
- Aciencia, aceite de oliva de virgen extra.
- Agricultor del Valle, aceite de oliva de virgen extra.
- La Rama, aceite de sabor suave.
- Oleo L.U.X.E, aceite de oliva de virgen extra.
- Oliv, aceite de oliva suave.
- Scudo, aceite de oliva de virgen extra.
- Tesoro de Oliva, aceite de oliva de virgen extra.
- Tierra de Arbequino, aceite de oliva de virgen extra.
- Valle de Arbosana, aceite de oliva de virgen extra.
Aceite de oliva fraudulento
Fue un consumidor quien primero se percató de este fraude, tras comprar dos garrafas de aceite de oliva que presentaban estas características: se etiquetaba como suave y virgen extra.
Al usarlas para cocinar en la freidora, el aceite comenzó a oler mal y a desprender una espuma.
El consumidor llevó a analizar estos aceites y, efectivamente, se trataba de un aceite de oliva adulterado: era una mezcla de aceite del 75% de girasol y del 25% de aceite de oliva Lampante.
Los responsables también mezclaban el aceite de oliva con otros aceites vegetales y aoves de baja calidad, para después venderlo como aceite de oliva virgen extra.
Esta investigación se ha saldado con un total de cinco personas investigadas y la retirada del mercado de más de 6.000 litros de aceite adulterado.
Un aceite que no contaba con el registro sanitario ni las condiciones higiénicas necesarias establecidas por la ley.
Por el momento, se desconoce si el producto ha podido llegar a los consumidores, aunque los investigadores si que piensan que estos productos se han podido comercializar en zonas como Los Rosales, Tocina, Sevilla y Huelva.
Por este motivo recomiendan no consumirlo a los usuarios que hayan adquirido aceites de estas marcas, por precaución.
Se trata de una situación similar a la que el pasado mes de marzo se vivió en Extremadura, donde la consejería de Sanidad decidió lanzar una alerta alimentaria ante el mal etiquetado y trazabilidad de algunas botellas de aceite de oliva, que no cumplían con la normativa legal vigente y que procedían de empresas andaluzas.