Herriza de la Lobilla
La marca Herriza de la Lobilla pertenece a la empresa familiar de Osuna (Sevilla) Oleico Pallarés SL, productores de AOVE de altísima calidad.
La almazara cuenta con certificación ecológico por la empresa certificadora de prestigio Sohiscert.
Todas las líneas de producto en su presentación van acompañados por un completo análisis realizado por un laboratorio certificado, dotando así a todos sus productos de total veracidad a la hora de su comercialización y posterior consumo.
Herriza de la Lobilla: Aceite de un entorno salvaje, indómito...
Las tradiciones, van pasando de padres a hijos…. Corrían los años 30, cuenta la leyenda de los lugareños de Osuna que en las tempranas y silenciosas mañanas bañadas por la niebla más espesa, al pasar la vía pecuaria “Cañada Real de Ronda” justo entre los cerros de la Gomera y el Gomerón escuchaban en lo más alto de los cerros los aullidos de los lobos, muchos no querían ni mirar, se les helaba la respiración y se agarraban fuerte a las riendas de sus bestias para intentar pasar lo más rápido posible.
Los lobos solían merodear por los alrededores de la campiña y de estos cerros y fue justo en lo alto de una herriza cercana entre acebuches salvajes y rodeada un manto de lechines dónde se vió por última vez la figura lejana de una loba. De ahí que aquella herriza fuera conocida y bautizada generación tras generación como “Herriza de la Lobilla”.
Nuestros olivos centenarios han sido testigos de muchas leyendas desde tiempos inmemoriales, cuentan historias de romanos, de conquistas, de lobos y de hombres, todas ellas vividas desde un lugar privilegiado, viendo el pasar del tiempo.
¿Qué productos ofrece Herriza de la Lobilla?
Los aceites Herriza de la Lobilla son el fruto de una exhaustiva selección de las mejores aceitunas de la campaña, recogidas en su momento óptimo que junto con la sabiduría y experiencia de nuestros maestros de almazara, dan como resultado unos aceites Vírgenes Extras con unas características organolépticas frutadas excepcionales.
Con el objeto de mantener su frescura y ofrecer las mejores condiciones organolépticas cuando lleguen a su mesa, los aceites son siempre de última cosecha, se conservan en tanques de acero inoxidable independientes, a una temperatura no superior de 18º Celsius, y se envasan únicamente bajo pedido, obteniendo como resultado AOVEs frescos y frutados de sabor característicos únicos.