El aceite de oliva funciona como inhibidor del cáncer y la metástasis

¿Es bueno el aceite de oliva para el cáncer?

Para responder a esta pregunta, basándonos en los resultados de este mismo estudio, hay que destacar dos importantes moléculas presentes en el AOVE: el oleocantal y la oleoceína. 

Se ha demostrado que estas dos moléculas ayudan a ralentizar la angiogénesis, que en términos médicos sería la formación de nuevos vasos sanguíneos en el cuerpo humano.

Cuando hablamos de cáncer, la angiogénesis es necesaria para que los tumores puedan desarrollarse y extenderse por el cuerpo, por lo que sería la causante del desarrollo de metástasis en el enfermo, entre otras muchas patologías.

Aceite de oliva y metástasis

Estas dos moléculas, presentes en el aceite de oliva, son dos compuestos fenólicos que se obtienen durante el primer prensado de las aceitunas y que, en este caso, ayudarían a frenar la metástasis del cáncer ¿Cómo?

Puede que te suene esto de “compuesto fenólico”, porque ya te habíamos contado en otros artículos sus increíbles propiedades, testadas en otros estudios relacionados con el tratamiento contra el cáncer o, incluso, el Alzheimer.

Pues bien, el oleocantal y la oleoceína poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

En el caso del oleocantal lo detectamos en el picor y amargor en aceites de alta calidad. Tiene propiedades antiinflamatorias que favorece la prevención de enfermedades neurodegenerativas y un gran potencial anticancerígeno. 

Por su parte, la oleoceína posee propiedades antioxidantes, también antiinflamatorias y aporta beneficios para la protección del sistema cardiovascular.

¿Curará el cáncer en el futuro?

Según los investigadores del estudio, estos dos compuestos, la oleaceína y el oleocantal, serán dos grandes candidatos para la angioprevención y podrían sentar las bases de futuros estudios para tratar la angiogénesis en intervenciones clínicas. 

Además, dadas sus demostradas propiedades para la salud de los seres humanos podrían convertirse en un reclamo para la industria alimentaria y, quien sabe si no podrían inventarse nuevos alimentos que dispongan de estas moléculas y que aporten un mayor valor alimenticio a nuestra nutrición.

¿Quién ha realizado el estudio?

El estudio ha sido realizado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA Plataforma BIONAND) y de la Universidad de Málaga.